La economía del gigante asiático creció un 6,9 % en el 2015 ,la cual contribuyó a más del 25 % del ascenso económico global .
De acuerdo con la entidad administrativa se tenía previsto un crecimiento económico anual de cerca del 7 % para el 2015, por lo que expertos consideran que estuvo dentro de un rango razonable.
Además reconoció la necesidad de profundizar el proceso de reformas y apertura en todos los terrenos.
Detalló el BNE en su informe que algunos de los principales indicadores económicos, tales como la producción industrial y el incremento anual de la inversión en activos fijos urbanos, se ralentizaron en el 2015, mientras que las ventas al por menor aumentaron.
Los principales factores que afectaron la economía fueron el débil comercio global, los crecientes riesgos financieros y las cambiantes condiciones del mercado doméstico, sumado al debilitado sector inmobiliario y las fluctuaciones del negocio bursátil.
Por otra parte consideró que un crecimiento del 6,9 % no fue una tasa baja en comparación con otras economías globales a las que superó este territorio.
Como rasgo positivo resaltó que el empleo permaneció estable, en contraposición a la alta tasa de desempleo que ostentan las grandes ciudades, al tiempo que los ingresos también continuaron expandiéndose de manera estable.
Igualmente advirtió que se espera que algunos sectores continúen debilitándose este año con el impulso de las reformas dirigidas a reducir el exceso de capacidad y los costos.
Sin embargo mostró su confianza en que el gigante asiático podrá alcanzar un crecimiento estable en el 2016, basado en incentivar las industrias emergentes y los nuevos modelos de negocio.
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